La historia de Pappo’s Blues pasaba una suerte de impasse artístico allá por mediados de 1976. Apenas unos meses antes la marcha de los tiempos había indicado que en Argentina se venían años muy oscuros y el ex Manal Alejandro Medina, que por esos días deambulaba por Brasil, recibía allí la visita de su colega Norberto Napolitano. Para entonces Medina ya había trabado relación con el baterista paulistano Rolando Castello Jr., quien poco antes había regresado de una de sus tantas estadías en el exterior y ahora, sin proyecto en vista, decidió aceptar la propuesta de los dos visitantes argentinos para formar una banda. Así fue el nacimiento de Aeroblus, banda con la que el trío llegó a editar sólo un álbum que por estos días se ha vuelto objeto de culto para la comunidad stoner local y que fue hace en su momento celebrado con una serie de conciertos en Buenos Aires que no fueron mayormente favorecidos por la crítica de la época…
A 40 años de esa coyuntura, Castello Jr. se encuentra de vuelta en Bs. As. (ciudad con la que logró familiarizarse tanto que hasta le enseñó a hablar un español casi perfecto, con todos los giros idiomáticos posibles del porteño básico imaginables) para celebrar sus 50 años en la música con un concierto en La Trastienda el próximo sábado 28 de enero que lo paseará por toda su carrera, esta vez además secundado por una larga lista de invitados que incluye a Medina, el ex Natas y actual miembro de Ararat Sergio Ch, su colega Tito Fargo, Gonzalo Villagra, Alejandro Taranto, JB y Pato Larralde de Saurón y demás amigos… Y tras la charla que tuvimos en exclusiva para MADHOUSE, todo indica que será rock.
¿Cuánto hacía que no venías a Bs. As?
Alejandro Medina, Rolando Castello Jr. y Pappo en 1977: Aeroblus buscaba su camino |
Pero esta vez no es cualquier visita, ya que vas a celebrar tu medio siglo junto a la música, y creo que que va a estar lleno.
No sé… ¡Dios te oiga! (Risas)
LO EFÍMERO Y LO PERMANENTE
Algunos se refieren a Aeroblus como un proyecto efímero paralelo a Pappo’s Blues que se dio en un momento en que el destino del grupo era un poco confuso. ¿También lo considerás así?
No sé si paralelo. Sé que en verdad -y lo estoy diciendo por mí, no sé lo que pasó por la cabeza de Pappo- yo tenía la intención de hacer algo realmente distinto con él y con Medina, probar suerte. El problema es que en aquel momento la situación no era propicia aquí en Argentina. Porque empezamos con eso de Aeroblus prácticamente el mismo año del golpe militar; hicimos muy buena música, pero como después había que esperar mucho tiempo hasta que salga el disco, regresé a Brasil y no volví. Y entonces Pappo volvió a tocar con Pappo’s Blues, con Medina y Darío, que era plomo mío. Entonces quedó esa cosa de la “efimeridad”. Pero creo que la intención era hacer algo diferente a lo que él hacía en Pappo’s Blues, aunque infelizmente la suerte no nos sonrió en aquel momento. Incluso la música que hacíamos no era lo que sonaba. Por aquellos días se hacía mucha música progresiva en bandas como Crucis o La Máquina de Hacer Pájaros, y nosotros íbamos a contramano de eso. Incluso nos cargaban bastante con acusaciones tipo “cuadrados de mierda”, y esas cosas.
De hecho llegaron a tener críticas muy malas.
Muy negativas, exactamente. Y eso entonces hizo que… no digo que perdiéramos las ganas, pero fue todo una conjunción de factores negativos. La crítica, el momento político, el económico… Y sin dudas con el paso del tiempo terminó siendo algo efímero, ¿no?
Con este disco se castigaba Pappo en los 70. ¡Qué talco! |
No tiene nada que ver con el heavy metal. Yo lo veo más como un disco de hard rock, pesado, que incluso tiene baladas como “La Adivina”. Pero por otro lado tenés a “Sofisticuatro”, que es un tema medio jazz rock. La verdad, cuando empezamos a tocar, casi no escuchábamos música de otros. Pero en algún momento, sobre todo en la época que yo vivía en lo de Pappo donde me quedé casi un año, un día me fui a la discográfica, después que firmamos el contrato, y me traje muchos discos. Estábamos escuchando mucho a Jeff Beck o a Return to Forever, mucha fusión, pero también escuchábamos “Teaser” de Tommy Bolin o “Technical Ecstasy” de Black Sabbath. Pero aunque parezca mentira el disco que más poníamos en la casa de Pappo era el doble de Peter Frampton, “Frampton Comes Alive”, que creo que era de su hermana.
Que sigue siendo el disco en vivo más vendido de la historia.
Así es. Y es un muy buen disco. Muy buenas violas, bajo y batería. Pero en verdad no hubo algo que te pueda decir que nos haya influenciado para hacer el disco de Aeroblus. Teníamos un Winco en la sala de ensayo y siempre nos quedábamos escuchando música. Pero ya teníamos un repertorio armado.
¿Cómo llegaron a la decisión de dónde grabar el disco?
La cosa vino así. Pappo y Medina se volvieron a Buenos Aires, no recuerdo la fecha, habrá sido más o menos en agosto o septiembre del ’76… Y después hicimos el recital presentación el 6 de enero de 1977 en el Teatro Premier.
Es decir que se acaban de cumplir 40 años, y apenas unos días.
Es verdad. El problema es que no estuvo bien organizado, y nos quedamos un poco disconformes con los managers, y nos separamos. Y más o menos al mes nos enganchamos con otro manager llamado Luis Ciliberti, que en verdad manejaba cantantes. No manejaba rock. Y él fue quien nos logró el contrato con la grabadora. Fuimos a su oficina y nos dijo “les conseguí una audición con la Phillips”. Y yo le dije, “Pero si estoy con Medina y Pappo, ¡qué audición ni audición! O nos contratan o no nos contratan!”. Y él llamó a la discográfica y les dijo lo mismo, que no hacíamos audición, o firmábamos o no firmábamos. Entonces fuimos y firmamos. Y grabamos el disco muy rápidamente, en 2 o 3 días.
Y el disco terminó editándose en mayo… Entonces el show fue cinco meses antes del lanzamiento del disco, lo que es bastante poco frecuente. Se dio al revés.
No recordaba eso, justo ayer me lo mencionaron también. Me quedé con la duda. No sabría decirte. Pero se ve que así fueron las cosas.
Alejandro Medina ya estaba en Brasil antes que Pappo llegara. ¿Cómo se habían contactado originalmente?
Bueno, conocí a Medina en Rio De Janeiro en 1974. Yo era fan de él, y me lo presentó una chica. Ella me había dicho que Medina solía ir a ese bar, entonces le pedí que si llegaba a aparecer esa noche, me lo presentara. Y el Negro finalmente fue, e hicimos amistad. Y él después se fue a Sao Paulo, y nos vimos allí también. Y dos años después de eso él vino a mi casa y me dijo que estaba viviendo con Norberto en una ciudad a 70 km. de la capital paulista.
¿Qué ciudad era?
No recuerdo exactamente, tendría que fijarme en mi archivo, pero creo que era en un lugar llamado São Miguel Paulista, cerca de Jundiaí.
¿Y qué hacían en el interior del estado, tan lejos de la ciudad?
Es que ahí los hospedó un amigo de Medina en una finca. Y al día siguiente me fui para allí y empezamos a ensayar, pero no ensayamos mucho tiempo.
¿Es verdad que ensayaban en un convento?
Medina dice que era una iglesia, pero no sé lo que era aquello, era una construcción bastante vieja. Era una finca inmensa, con una casa muy moderna.
Histórica foto con no menos históricos afiches del histórico show de Aeroblus en el teatro Premier |
Es verdad, es raro eso… El equipo de la guitarra era un twin reverb de Botafogo que Pappo había traído desde Buenos Aires. Y Medina ensayaba con un Marshall dorado, algo que nunca había visto. Debe haber sido de algún “riquito” de ahí que se lo había prestado. Y yo había llevado mi batería, y ensayábamos con eso. No teníamos equipo de voz. En general lo hacíamos de día.
Hablemos un poco del show debut en el Premier de aquel 6 de enero de 1977, que por entonces recibió bastantes malas críticas de muchos medios, sobre todo señalando que no habían ensayado suficientemente.
No, eso es una boludez. Estábamos súper bien ensayados, tanto es así que el disco fue grabado enseguida. Lo que pasó es que no les gustaba lo que hacíamos. La gente estaba con la onda de Emerson Lake and Palmer, La Máquina De Hacer Pájaros, etc. Pero si leés una crítica del diario Clarín sobre el show, esa fue muy buena. Muy sincera y correcta, muchos elogios. Pero en verdad quienes nos cagaron fueron la revista Pelo y el Expreso Imaginario. Creo que la gente del Expreso después se arrepintió y nos hizo una nota de 3 o 4 páginas. Pipo (Lernoud) y Jorge Pistocchi eran muy buenos tipos. Deben haber mandado a algún boludo a hacer la crítica, y no le gustó. Pero la de Clarín estaba muy bien escrita y hablaba muy bien del concierto. Todavía tengo la nota guardada.
¿Entonces cuál creés que fue el problema en sí del show?
Creo que no tuvo mucha promoción, pusieron afiches recién 3 o 4 días antes. Y yo 40 años después hago la misma cagada. (Risas) ¡Hay que repetir los errores, señor!
Aeroblus la rockea a fondo en el Premier: las críticas fueron dispares |
Por suerte, no. Aunque ahora es la dictadura de la plata, antes era la de las botas y los fusiles. Pero hubo muchos problemas con la organización de aquel show. No sólo habían dividido las secciones para el público, sino que además eran dos presentaciones por día, y viniendo poca gente, de esa forma iban a venir incluso menos. Así iban a dividir al público. Ya para las otras fechas fue un solo show por día, y ahí se llenó. Fue un total de tres días, creo. Recuerdo que para el primero de los shows íbamos a tener una banda soporte que se llamaba Hidromiel, que creo que ni fueron, entonces metieron a Ricardo Soulé para hacer de telonero para el segundo y tercer día.
CERCA DE BRASIL, LEJOS DEL TERROR
¿Después de eso te volviste a Brasil? Tenía entendido que también estabas molesto con la situación política del momento en el país.
Iba de vez en cuando por unos pocos días a ver a mi familia, habré ido unas dos veces. Pero en una de esas veces que volví, justo Norberto se había casado y se había ido de luna de miel, y lógicamente a su regreso iba a ocupar con su señora la habitación que yo compartía con él, porque yo todavía vivía en su casa. Entonces entre que Pappo se había ido, yo que estaba solo, el disco que no salía y demás, decidí volverme a Brasil y esta vez me llevé la batería. Cuando llegué llamé a un amigo y le pregunté si tenía ganas de tocar, y ese amigo me llama a los dos días y me cuenta que Arnaldo Baptista (N. de la R.: el legendario ex integrante de Os Mutantes) está formando un grupo nuevo y quiere saber si me gustaría formar parte. Y yo le dije que sí, obviamente: ¡era como si me invitara a tocar Charly García! Y me quedé en Sao Paulo, y no volví más… Pero tenés razón, también pesó mucho en mi decisión la situación política de aquí, que era algo terrible.
Rolando Castello hoy: tal vez no tan Jr., pero rockéandola mejor que muchos pibes |
No era buena, pero no era igual a la de acá. En Brasil no te paraba la cana por la calle. Aquí, el solo hecho de tener pelo largo era un problema. Por eso todos los chicos del rock usaban el cabello corto. La única vez que vi chicos de pelo largo fue una vez que había ido a tocar no sé si a Morón, o a Merlo. Aquí en el centro de Bs. As. no se veían. Yo mismo tenía que esconderme el pelo, porque te paraban todo el tiempo. En el concierto del Premier había un camión celular estacionado en la puerta del teatro, y se llevaron 30 0 40 chicos. Era un desastre.
El golpe militar había sido en marzo del ’76, no había pasado siquiera un año y ustedes estaban haciendo el concierto presentación del disco, cuando la dictadura estaba ya muy establecida… ¡Pavada de momento!
¿Viste? Elegimos el peor momento para formar una banda. ¡La máquina de matar gente ya estaba trabajando! Yo leía las noticias sobre lo que pasaba en Argentina en los diarios de Brasil: “pusieron una bomba en el auto del embajador de no sé qué”, “mataron a fulano o a mengano”, porque aquí no salían, y Pappo y Medina que me insistían para que venga. Y yo les decía que no podía porque tenía que ir al dentista. Ese tipo de cosas. Les mentía. Porque yo tenía miedo de venir a Argentina. Hasta que un día les dije la verdad. “Mirá Medina, es que las noticias no son muy buenas…” Pero él insistió. Así que confié en él y me vine. Pero aquí la cosa no estaba nada bien. Tampoco es que en Brasil éramos los paladines de la libertad…
Me imagino…
Aparte hubo una noticia muy fea. El 24 de marzo del ’76, el día del golpe, estaba tocando Vinicius De Moraes en Buenos Aires y su tecladista, Tenorio Jr., había salido del hotel para comprar puchos, y nunca más lo vieron. Y esa noticia fue muy difundida en Brasil. ¡Había desaparecido unos de los músicos de Vinicius! Lo debe haber agarrado algún patrullero. Tenía pelo largo y barba. Imaginate, barba y pelo largo: comunista. Y hablando portugués, habrán pensado que hablaba en lengua soviética. Y el tipo desapareció. Y que yo sepa hasta el día de hoy no se sabe si apareció su cuerpo. Entonces todo eso repercutió muy mal en Brasil.
Un desaparecido extranjero en Argentina.
Uno entre varios. Pero es fue un caso muy conocido porque se trataba de un músico de Vinicius De Moraes, que no era ningún pelotudo. Vinicius era conocido mundialmente. Y además hay un dato extra, y es que Tenorio era hijo de un comisario en Brasil. Creo que hubo mucha intervención diplomática. La verdad que tuvo mucha mala suerte, porque fue justo el día del golpe.
Fue cuando volviste a Brasil y te integraste a Patrulha do Espaço.
Sí, era Arnaldo y Patrulha Do Espaco. Y entonces grabamos y salimos a tocar. Los primeros recitales que hicimos fueron en septiembre del ’77, adiviná con quién…
¿Con quién?
Con León Gieco, Crucis, Nito Mestre y Los Desconocidos De Siempre, nosotros, y dos bandas de Brasil. Hicimos dos shows en Sao Paulo, uno en Belo Horizonte, y uno en Campinas.
¿Estuviste viviendo en México después de tocar en Patrulha do Espaco?
No, México fue antes de todo eso. Fue en el ’69. Yo tenía dieciséis años y vivía con mis viejos, y tuvimos que irnos para allí por cuestiones laborales de mi papá. Me fui para allá en diciembre de ese año, y tuve mucha surte porque conocí a un tipo que me puso a tocar con una banda de allá, y pude participar de todo ese movimiento del rock mexicano, que también era perseguido por la policía. En México había mucha libertad para los de afuera, recibían a todos los exiliados políticos, pero por otro lado era una dictadura disfrazada, porque el P.R.I., el Partido Revolucionario Institucional, estaba en el poder desde hacía 60 años. Y me quedé allí hasta el ’73. Después volví a Brasil y entré en una banda que se llamó Made In Brazil, que fue muy grande, con quienes grabé y toqué por casi dos años. Y después me fui a EE.UU. y cuando volví se armó Aeroblus. México es distinto a todo. Yo llegué allí y estaban todos los discos de rock, claro, estando tan cerca de los EE. UU…
Es como el caso de España e Inglaterra.
Así es, pero más cerca. Aparte estaban todos los equipos de música, cosa que no había en Brasil.
Y aparte había rock.
Y había rock. Marginalizado, pero había. Siempre digo que hice la escuela en Brasil, y la universidad en México. Porque fue realmente allí donde me profesionalicé. Por suerte hice mucha amistad con Alejandro Lora de El Tri, que era mi vecino. Fui como a cien recitales del grupo, y hasta terminé tocando con ellos durante un tiempo, porque su baterista había tenido un accidente.
Por lo visto también aprendiste muy bien a hablar español.
Sí, después de tres años en México, yo hablaba igual que ellos.
A fines de los años 60 habías formado parte de un grupo llamado The Box junto a Guilherme Arantes.
Es que lo conocía desde que éramos muy chicos, y soñábamos con tener una banda. Cosas de pendejos, viste. Entonces hicimos ese grupo. La banda era buena, pero creo que nunca nos presentamos en público. Y Guilherme ahora es un grande en Brasil, es un tipo que vendió millones de discos. Es un gran compositor. Hace música linda, pero muy comercial. Y me di cuenta de que a él siempre le importó demasiado el éxito. Yo, por mi parte, nunca quise ser artista, siempre quise ser músico de rock, que es distinto. Porque él es cantante, y los cantantes son otra raza.
Y después están los bateristas, que son una raza aparte.
Los bateristas y los bajistas son razas inferiores… (Risas) Después sigue la raza superior, los guitarristas. Y la súper raza, que son los cantantes. Pero aún así, otros bateristas en Brasil y yo logramos llegar a destacarnos. Porque la escena siempre está dominada por los cantantes y los violeros.
¿Qué opinás de la escena del rock de Brasil?
El llamado “rock brasileño” es algo más de los años ’80, del ’83 para adelante. De diez bandas que tuvieron suceso, cinco eran de Rio de Janeiro. Pero las discográficas estaban en Rio. Y además otra cosa, la Rede Globo era de Rio de Janeiro. OK, nosotros teníamos a Raúl Seixas, pero si escuchás sus canciones, vas a ver que la mayoría de sus éxitos tenían violín, cuerdas, etc. Vamos a resumir la cosa: ustedes tenían a Norberto Napolitano, y nosotros no tuvimos eso. El blues en Brasil empezó a pegar fuerte recién en los años ’90.
Con bandas como Blues Etílicos…
Blues Etílicos, André Christovam… Hoy día debe haber al menos cien personas que hacen blues allí. No tiene mucha proyección en Brasil. Un amigo mío tiene una teoría que dice que el tango tiene mucho más que ver con el blues que el samba. También puede que se trate de eso. Y aparte allá existe una cultura nacionalista muy fuerte, por lo que el rock de Brasil y Argentina son muy distintos.aeroblus2010
LO QUE VA DE AYER A HOY
¿Qué recordás de la reunión de Aeroblus en Bs. As. de 2010 con Medina y Chizzo?
Creo que fue en mayo. Si bien los conocía, en aquel momento no sabía la magnitud de los chicos de La Renga. Fue la señora de Medina que organizó todo.
¿Y ese show salió mejor que el del ’77?
Sin duda alguna. Porque Chizzo convoca mucha gente, es muy popular.
¿Es verdad que tenés una cinta con material en vivo de Aeroblus de aquellos primeros tiempos?
En verdad no es de ningún show. Es un ensayo. Un día antes de empezar a grabar el disco fuimos al estudio de la Philips en la calle Moreno. Armamos todo como si fuéramos a grabar y tocamos los temas para que los oyera el productor. Y todo lo que ensayábamos estaba siendo grabado en dos canales, en estéreo. Y yo no lo sabía. Y a los dos días, cuando realmente empezamos a grabar el disco, vino un chico que trabajaba en el estudio y me dio la cinta. El sonido es muy parecido al disco porque usamos la misma consola, que hoy día la tiene el Conejo Jolivet (N. guitarrista surgido a la fama en Dulces 16), que la compró después. Son todas las canciones que aparecieron en el disco más un par de inéditos, todo en vivo, pero en vivo en el estudio. Permanece inédito, pero algún día habría que sacarlo. ¡Sacarme ese peso de encima! (Risas) Creo que sería justo para los fans. Pero es todo muy enquilombado. Si tenés algo parado, nadie quiere hacer nada. Y si te movés, todos quieren plata.
Castello, Sergio Ch y Villagra, haciendo un alto en la grabación del video para el tema “Sally Del Blues”, grabado en 2015 |
¿Cómo te llevás con estos tiempos dominados por la tecnología digital, y demás?
En verdad, la tecnología musical ayuda mucho, pero también perjudicó todo muchísimo. Rompió con todas las grabadoras, y así se terminó un sistema que venía de siempre. Sin las grabadoras, por ejemplo, no existiría Soda Stereo, ni Legiao Urbana…
Pero independientemente de las grabadoras, antes de la era digital, cuando no existían las facilidades de hoy en día, había que esforzarse más para hacer un disco, y eso generaba mejores resultados.
Claro, si está todo el mundo haciendo discos, ¿quién va a comprarlos? La industria discográfica no existe más. El incentivo es que los chicos graban en su casa, lo meten en la internet y difunden su arte. Es como decía Andy Warhol, “En el futuro todos tendrán sus 15 minutos de fama”. Ayuda muchísimo, pero la humanidad es muy ignorante, porque tiene a su disposición una herramienta que nunca tuvo. Con la maquinita esa de mierda tenés el conocimiento de dos mil años, o más.
El acceso al conocimiento.
El acceso al conocimiento, tal cual. Pero eso no significa que el tipo vaya a usarlo. Por ejemplo, el concierto que vamos a hacer aquí, ya lo grabamos en Sao Paulo y en Curitiba. Y ahora también vamos a grabar el de aquí, lo que era algo imposible en los 70. Entonces es algo muy bueno por un lado y muy malo por el otro. A nosotros no nos perjudica porque ya venimos de otros tiempos, pero los más jóvenes nunca van a tener acceso a lo que tuvimos nosotros. No pueden hacerlo de vuelta, no tienen cómo. No hay manera.
¿Qué podés adelantar del show en Bs. As. el próximo 28 de enero? ¿Va a ser el mismo repertorio que los de Brasil?
En Sao Paulo hicimos dos fechas. En la primera hicimos canciones de Patrulha, y al otro día hicimos canciones de Aeroblus, y de otra banda que yo tenía llamada Inox, que era más heavy metal. Incluso vino a tocar Medina. En Curitiba hicimos canciones en las que participé cuando vivía en esa ciudad, por lo que entonces el repertorio fue distinto a lo largo de los tres días. Y acá va a ser lo mismo… Vamos a hacer cosas que grabé con Tito Fargo y Alejandro Taranto, cosas que grabé con Sergio Ch. y Gonzalo Villagra, vamos a hacer algunos temas de Aeroblus con invitados, un par de Patrulha que grabamos con Pappo en Brasil, y también canciones nuevas de un nuevo proyecto que se llama CAsCH, con quienes ya tenemos un disco grabado que todavía no se editó. Es una mezcla de hard rock con progresivo. Después vamos a escuchar todo lo que grabamos en los conciertos de Brasil y el de aquí, elegir, mezclar, y editar algo… Tal vez sea un DVD, porque también estamos filmando todo.
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