July 7, 2016

ENTREVISTA: “NINGÚN DISCO ME TRAJO INSATISFACCIONES”, DICE PABLO KRANTZ

Publicado en Revista Madhouse el 7 de julio de 2016

Una entrevista con Pablo Krantz siempre termina extendiéndose más de la cuenta. Me ocurrió en anteriores oportunidades y nada evitó que la regla de oro se reiterara, pero sin dejar afuera la idea original de la misión: la de que nos cuente sobre el antes y el durante de su más reciente trabajo “Vivo en Mi Cabeza pero con Vista al Universo”, lanzado el año pasado, y el sexto en su carrera.



Ya pasó cerca de 1 año desde que se lanzó el que es hasta ahora tu último disco “Vivo En Mi Cabeza Pero Con Vista Al Universo” ¿Qué reflexión hacés respecto a la forma en que fue lanzado?
Como casi todos los que hago, fue un disco muy largo de grabar. Lo empecé allá por el 2011 y recién logré editarlo en el 2015. La vida del disco fue muy distinta a las de los anteriores, por todos los cambios que hubo en el negocio de la música en estos últimos tiempos. Fue muy distinto a lo que había hecho antes. Esta vez el disco se editó tras un proyecto de crowdfunding, por lo que para el momento en que salió, toda la edición ya estaba cubierta, y no es como suele pasar en esas ocasiones en que cuando sale de la fábrica con 500 o 1000 copias uno se pregunta “¿y ahora qué hago con esto?”. Sino que apenas los tuve ya empecé a contactar a toda la gente que lo había comprado por adelantado. Incluso se dejó pasar un tiempo prudencial antes de que llegara a las disquerías, más de tres semanas, para que todos los que habían formado parte de esto lo tuvieran antes.

ESTA VEZ EL DISCO SE EDITÓ TRAS UN PROYECTO DE CROWDFUNDING, POR LO QUE PARA EL MOMENTO QUE EL DISCO SALIÓ, TODA LA EDICIÓN YA ESTABA CUBIERTA, Y NO ES COMO SUELE PASAR EN ESAS OCASIONES EN QUE CUANDO SALE DE LA FÁBRICA CON 500 O 1000 COPIAS UNO SE PREGUNTA “¿Y AHORA QUÉ HAGO CON ESTO?”.

Es lo que interesante de esa técnica, que desafía la manera tradicional en que un disco es editado, y que le permite tener al artista por anticipado una idea de no sólo los discos que va a vender, sino también de los que va a tener que imprimir.
No sé si necesariamente del número a imprimirse, sino que no tenés que endeudarte para editarlo, entonces cuando lo sacás ya estás mucho más tranquilo. Antes, para llegar al oyente, tenías que pasar previamente por el disquero, la distribución, la llegada a la disquerías, etc., y recién ahí te enterabas quizás de quien lo había escuchado o comprado. Paralelamente, incluso antes que saliera, yo ya había empezado a subir los temas a YouTube, entonces ya existía una escucha del disco anterior a su fabricación.

Pero no todo el mundo lo hace así.
Hoy día creo que la mayor parte de la gente lo hace. Por ahí tardé bastante en poner online el último tema, tal vez 1 año después que se editó, pero ya tenía subido casi todo el disco, y mucha gente ya lo escuchaba, entonces obtenés una reacción de la gente de inmediato, y una mejor sensación sobre cómo le está yendo.

Y paralelamente le debe resultar una buena señal de confianza al artista, desde el momento en que sus seguidores le compran el disco antes de haberlo escuchado.
Dentro de todos los cambios extraños y descomunales que se vieron en los últimos años, o en las últimas dos décadas, con la aparición del mp3, de internet, del streaming, de YouTube, y la desaparición del cassette, y próximamente del CD, todas estas cosas que han dado vuelta por completo todo, en medio de eso sucedió algo grandioso, y es la cercanía que se estableció en este caso entre el músico (o bien podría ser el escritor, o el director de cine) y su público. Entonces uno a veces está en contacto casi a diario con esa gente que lo sigue , y eso permite un vínculo más estrecho, que posibilita cosas como lo del crowdfunding. Por ejemplo, Rocambole hizo uno para editar el libro con sus dibujos, pero también apareció en muchos medios de prensa, porque era mucho más famoso. Pero en mi caso, todo el proceso de germinación, lo pude hacer con todo ese público que, de alguna manera, lo rodea a uno a diario. Y entonces gente que te sigue de, no sé, de Colombia, de España, o de Francia, ya al primer día puede estar escuchando el disco.

Ya hablamos de la gestación del álbum. Ahora quisiera que habláramos de sus primeros pasos. Es un gran disco riquísimo en melodías, en texturas, y también creo que está muy bien grabado. Y además sé que fue tocado suficientemente, no sólo a nivel local, sino que también te llevó a destinos internacionales.
Sacar un disco nuevo siempre te abre puertas, y te genera un montón de conciertos de presentación, que involucran viajes. Desde ya, fue presentado en Buenos Aires, en La Plata, y otras inmediaciones. Pero también se ha presentado en Rosario, en Córdoba, en Puerto Madryn, Comodoro Rivadavia, Río Gallegos, Ushuaia, Montevideo, y en Asunción del Paraguay, y aparte me salió la oportunidad de hacer una gira presentación por Europa en marzo y abril de este año, donde hice 19 conciertos a lo largo de Alemania, Suiza, Francia, España e Inglaterra. Fue la primera vez que hice una gira de esta envergadura. Yo había vivido 6 años en París, así que ya había tocado en la mayor parte de las ciudades, ya sea como cantante, o acompañando a alguien como guitarrista, pero nunca había hecho una gira tan larga, con tantos viajes encuentros, reencuentros y shows. La verdad, fue algo descomunal.

En los shows en Europa, ¿estuviste tocando solo o te acompañaron artistas locales? Y, de ser así, ¿fueron presentaciones espontáneas o esas participaciones habían sido previamente arregladas?
La idea era tocar solo, pero según las ciudades y las amistades del mundo musical que tengo allí, algunos se sumaban en algunos temas. Hubo un show en una ciudad llamada Auxerre, que queda no muy lejos de París, al sudeste, camino a Lyon, donde a partir del contacto con David Teboul, un baterista de una banda de allá con la que habíamos compartido una fecha en el 2007, de cuando yo vivía en Francia y me encontraba presentando mi disco ‘Les Chansons D’Amour Ont Ruiné Ma Vie’, y que me acompañaron en el show de esta vez. Pero la mayor parte de los shows fueron más bien solo, o con algún invitado.

DENTRO DE TODOS LOS CAMBIOS EXTRAÑOS Y DESCOMUNALES QUE SE VIERON EN LOS ÚLTIMOS AÑOS, O EN LAS ÚLTIMAS DOS DÉCADAS, CON LA APARICIÓN DEL MP3, DE INTERNET, DEL STREAMING, DE YOUTUBE, Y LA DESAPARICIÓN DEL CASSETTE, Y PRÓXIMAMENTE DEL CD, TODAS ESTAS COSAS QUE HAN DADO VUELTA POR COMPLETO TODO, EN MEDIO DE ESO SUCEDIÓ ALGO GRANDIOSO, Y ES LA CERCANÍA QUE SE ESTABLECIÓ EN ESTE CASO ENTRE EL MÚSICO (O BIEN PODRÍA SER EL ESCRITOR, O EL DIRECTOR DE CINE) Y SU PÚBLICO.

Y recuerdo que me contaste que en Londres tocaste en un lugar legendario…
Así es, en el Troubadour, que está desde 1954, y en el que tocó gente como Jimi Hendrix, Bob Dylan, Paul Simon, Elton John, Ronnie Wood, entre tantos, y se dio la posibilidad de trocar ahí a través de una cantante argentina que vive allá, llamada Corina Piatti, y donde tuve de invitado a Jorge Morales, que es un prócer del rock de la zona sur del conurbano bonaerense, que había estado en Antihéroes, en El Lado Salvaje, etc., que también está radicado allí hace años, y vino a tocar el bajo conmigo en una canción.

Por lo que veo el disco sólo te trajo satisfacciones. ¿O existió alguna insatisfacción también?
¿Insatisfacciones? No, pero de hecho ningún disco me las trajo. Tal vez a veces uno piensa que haría las cosas totalmente distintas con los discos que son más lejanos, pero sería sólo ese detalle.

¿La esencia original de las canciones se mantiene con el paso del tiempo, o pueden alterarse?
Habrá gente que por ahí lo hace de una manera más mecánica, pero en mi opinión, cada vez que las cantás, toman otra vida, otra faceta. Tal vez la razón por la que las escribiste ahora no tenga importancia. La mujer para la que la hiciste ya quedó en el pasado, o a veces ni siquiera te acordás quién era.

Pero sí tal vez el receptor lo viva como algo que está ocurriéndole en ese momento.
Hay canciones que toco en cada uno de mis shows, y tal vez tengan esa posibilidad, pero las que la gente más quiere escuchar, en muchos de los casos, son las que uno puede readaptar a su vida del momento. Un caso extremo, por ejemplo, en mi canción “Quiero aburrirme en tus fiestas familiares”. Escribí esa canción en un momento de separación, o al menos la idea me surgió durante ese momento en que yo anhelaba volver a las fiestas familiares de la persona de la que me había separado.

Sería un “estoy hasta dispuesto a soportar las fiestas familiares con tal de poder volver”…
Claro, pero pareciera que nadie lo interpreta así. Tal vez en esa situación de separación extrañaba momentos que se me hacían idílicos, y también tenía que ver con haber vivido mucho tiempo en el extranjero, y haber pasado las fiestas con tu pareja del momento dentro de otras familias que te miran como si fueras un intruso. Aquí a veces nos pueden resultar insoportables, pero cuando estás lejos te agarra nostalgia. Porque el aburrimiento no es siempre insoportable, también hay un aburrimiento más dulce que tiene que ver con lo familiar, no necesariamente lo familiar de la familia, sino lo de lo conocido. Y por ahí la gente que tiene todo eso a su alcance, no ve esa dulzura. Nos la pasamos buscando siempre lo que no tenemos, eso es así. Originalmente no pensaba incluir esa canción en el disco. Se la había mostrado al productor, Manza Esaín, y él no sabía si le gustaba realmente, o si era porque me tenía cariño. Entonces la dejé medio condicional, y una noche se la hice escuchar a una chica, y ella me dijo “ése es el hit” Y tenía razón. Terminó siendo el tema más recordado de ese disco, y casi de todos los que grabé, y la gente lo toma como de alguien que está tratando de conquistar a otra persona, como diciendo “mira todo lo que haría por ti”

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UN CASO EXTREMO, POR EJEMPLO, EN MI CANCIÓN “QUIERO ABURRIRME EN TUS FIESTAS FAMILIARES”. ESCRIBÍ ESA CANCIÓN EN UN MOMENTO DE SEPARACIÓN, O AL MENOS LA IDEA ME SURGIÓ DURANTE ESE MOMENTO EN QUE YO ANHELABA VOLVER A LAS FIESTAS FAMILIARES DE LA PERSONA DE LA QUE ME HABÍA SEPARADO.

Entonces en lugar de hablar de una posibilidad futura, refiere al pasado perdido.
Claro, quizás está la posibilidad de la reconquista, si bien esa no era la intención. Pero terminó volviéndose eso, y generando muchas historias. De hecho conozco gente que se ha declarado su amor, o conquistó una chica, mostrándole esa canción. También conozco dos personas que eran amigos, que de golpe escucharon la canción juntos, y se dieron cuenta que querían ser novios. Y hasta la toqué en varios casamientos donde me invitaron específicamente a cantarla. Y contiene la frase de mis canciones que creo más me robaron en Twitter. Si uno pone “quiero aburrirme en tus fiestas familiares” en el buscador, aparece un montón de comentarios que seguramente no saben que pertenecen a una canción. Todavía no me sucedió, pero algún día va a venir alguien a decirme “¡esa frase te la robaste!” (risas)

Cambiando de tema, ¿cómo ves el estado de la música a nivel mundial en estos momentos? ¿Qué opinan los artistas? ¿Creés que la audiencia masiva le está dando la trascendencia que se le dio históricamente? Me refiero a la manera en que se consume, etc.
Me parece en que estamos en un momento de transición, en el que el CD, el formato físico más difundido en los últimos 30 años, quizás, está desapareciendo. Por ahora es algo que sucede en Europa, no tanto en Argentina. Está desapareciendo y no hay un sucesor, como hubo antes. Como cuando estaba el disco de pasta, después el vinilo, luego el magazine, que fue claramente reemplazado por el cassette. El vinilo fue reemplazado por el CD, que luego acabó con el cassette. Y ahora está desapareciendo el CD, pero no aparece otro nuevo formato que pueda llegar a tomar su lugar. Reapareció el vinilo, pero tampoco es que se vendan tantos vinilos como se vendían CDs. Por ejemplo, cuando apareció el CD, reeditaron todos los discos y multiplicaron las ventas por no sé cuánto, porque todos los que tenían es disco en vinilo, o en cassette, tenían que tenerlo en CD, entonces la gente iba y se compraba quince apenas cobraba.

Y también estaba esa idea de que cuando uno adquiría un CD, no iba a escuchar más música con ruidos, aquella perfección digital que parecía auspiciar.
Claro, estaba esa idea de que era eterno. Recuerdo que cuando comenzó a hablarse del CD, ates que lleguen aquí, estaba eso de que “vos lo tirás por la ventana, lo pisa el colectivo, y sigue funcionando” Y decían “agarrás el reproductor, lo das vuelta, ¡y sigue andando!” Y ahora no surge un nuevo formato. El vinilo reaparece, pero como algo para coleccionistas, para melómanos. No toma el lugar del CD, ni multiplica las ventas, ni provoca una ola de reediciones, ni nada. A la vez lo que está pasando es que, los discos que se editan ahora, se lanzan medio como si fuera un souvenir, como si fuera una tirada única. Y creo que los de edición independiente se están vendiendo más ahora, o igual, al menos. La novedad existe mientras sea novedad, y después desaparecen. Las disquerías ya no tienen todos los discos. No están disponibles todos los discos, como era antes. Quiero decir, hablando de rock, que es lo que nos compete, uno ya no va a una disquería y encuentra todos los discos de los Rolling Stones, como era antes. Ahora como mucho podés encontrar clásicos tipo ‘The Dark Side of the Moon’, pero incluso hablando de los artistas más vendedores, la mayoría de las cosas que se ven son recopilaciones.

Tampoco se reeditan, como era antes.
Exacto. Se suelen reeditar cuando se cumple algún aniversario, o una muerte. Una edición remasterizada, ese tipo de cosas. Una vez que se acabó esa reedición el disco desaparece de escena. Entonces los discos tienen mucha menos vida útil, y a la vez aparece todo en la internet. En YouTube tenés absolutamente todo. Todo quiere decir que también tenés los demos de ese disco, los demos de los demos, el show en vivo, el del día en que no se quién estaba borracho, irrumpió en escena y se cayó, la presentación en TV, etc. Y también tenés aquellos temas de artistas que habían sido totalmente olvidados.

Es que creo que más bien tiene que ver con eso de ‘la cultura del yo’, en la que de algún modo hay una necesidad de figurar y aportar algo.
Quieren mostrar cómo son, y para hacerlo muestran las cosas que los marcaron en sus vidas. Muestran lo que tienen en la heladera, y también los viejos VHS que grabaron cuando tenían 15 años. Tiene que ver con eso, pero a veces también con compartir lo que a alguien le gusta, o con aparecer con algo que nadie tiene, o con sorprender. Hay miles de motivos.

Como fuera, se terminó creando una biblioteca, discoteca o videoteca virtual interesantísima.
Lo que me sorprende es que, en el formato físico las cosas duran muy poco, mientras que internet se ocupa de que todo esté ahí. Hay cosas que obviamente no están.

Y el detalle que el espacio sea ilimitado, y que las metodologías para colgar ese material están al alcance de cualquiera, y que son relativamente fáciles de usar.
Por un lado se da todo esto. A la vez, no sé si hubo otra época de la historia en la que hubiera tanta música por todas partes. No estamos en un momento en que la música esté desapareciendo, más bien al revés. Vos llamás al servicio técnico de Telecom y te ponen música, entrás a un negocio y hay música, la gente vive con los auriculares puestos escuchando música. No es que la música esté desapareciendo, sino que se trata de un consumo totalmente distinto. Lo que me genera temor en cierta forma, más allá de la desaparición del CD, que es algo que va a suceder dentro de poco, es que después editás un disco y entonces, ¿qué hacés? ¿Qué vas a comercializar? Porque si no tenés el CD, no tenés nada para comercializar. Pero más allá de eso me atemoriza la desaparición de la idea del álbum.

NO ES QUE LA MÚSICA ESTÉ DESAPARECIENDO, SINO QUE SE TRATA DE UN CONSUMO TOTALMENTE DISTINTO. LO QUE ME GENERA TEMOR EN CIERTA FORMA, MÁS ALLÁ DE LA DESAPARICIÓN DEL CD, QUE ES ALGO QUE VA A SUCEDER DENTRO DE POCO, ES QUE DESPUÉS EDITÁS UN DISCO Y ENTONCES, ¿QUÉ HACÉS? ¿QUÉ VAS A COMERCIALIZAR? PORQUE SI NO TENÉS EL CD, NO TENÉS NADA PARA COMERCIALIZAR. PERO MÁS ALLÁ DE ESO ME ATEMORIZA LA DESAPARICIÓN DE LA IDEA DEL ÁLBUM.

Bueno, de por sí en su momento, con la desaparición del vinilo, se fue aquello del ‘lado A’ y el ‘lado B’, que significaba todo un estilo.
Sí, pero no creo que eso haya sido tan cruento. Sí ocurrió que pasamos de los 40 minutos de la duración promedio de un LP, al “es un CD, tiene 80 minutos, y hay que llenarlo” Entonces empezaron a aparecer CDs de esa duración con bonus tracks, con canciones interminables.

Es como una regresión a los años ‘50s, o a los comienzos de los ‘60s, cuando los artistas de blues o rock’n’roll. Pongamos a Chuck Berry, por ejemplo, que sólo editaba singles, y luego recopilaciones, pero con pocos álbumes de estudio íntegros grabados.
Claro, de cierta manera estamos volviendo a la época del single, pero el álbum le daba a la música popular como una profundidad que tenía que ver con cierta unidad sonora, o los discos conceptuales, pero más allá de eso, le daba a los discos algo más vasto, más profundo, que si hubieran sido simples canciones, porque las canciones interactuaban entre sí, ya sea en cuanto a sus letras, o en cuanto a los estilos que se planteaban. Era mucho más rico pensar en un álbum que en canciones sueltas. Y si eso desaparece, va a ser medio triste.

¿No será que la manera pasatista de escuchar música le terminó ganando a los auténticos cultores? Lo cual no está mal. Hay gente que sólo escucha música cuando se pone a barrer, o cuando va en el auto.
También uno puede barrer y escuchar un disco entero.

Me refería a lo de ponerse a analizar realmente la música, contra eso de “escuchar música de fondo”
No creo que haya cambiado, hay mucha gente que sigue emocionándose con la música, pero sí me parece que tal vez esa forma de consumirla vaya variando. Quizás hoy día haya gente que llora escuchando una canción de Adele, y no creo que sea una cuestión de pasatismo.

Y en lo personal, ¿cuáles son tus próximos pasos?
Tengo varios proyectos en este momento. Uno de ellos es editar el segundo tomo de mi libro de reflexiones “Pequeñas reflexiones sobre el universo, el tiempo y mis discos favoritos”, que ya estamos diseñando junto a Juan Cruz Manclares, para editarlo este año a través de un nuevo crowdfunding, según creo.

¿El libro ya está terminado?
Ya están seleccionadas las frases, pero falta todo el trabajo de diseño que, por el tipo de libro que es, con todas las ilustraciones que contiene, toma bastante tiempo. Por otro lado estoy terminando de redondear nuevas canciones para un futuro disco, lo que vengo haciendo hace tiempo, y puedo decir que tengo cuatro temas casi listos, con las que estoy muy entusiasmado. Tengo también la idea de grabar un disco que fuera algo así como un ‘grandes éxitos regrabados’, donde incluya temas de todos mis discos en versiones remozadas, más accesible quizás, con una instrumentación más simple que en sus versiones originales, con algunas de las canciones en francés esta vez en versiones en castellano. Pero eso por ahora quedaría en el tintero. Y este año se va a editar finalmente la traducción que hice del libro ‘Pequeños Poemas en Prosa’ de Baudelaire, a través de la editorial Piloto de Tormenta. Creo que será en noviembre, con ilustraciones de Pedro Dalton, cantante de la banda uruguaya Buenos Muchachos. Y a partir de fines de julio y hasta comienzos de septiembre voy a estar de gira por Argentina, y creo que también se va a agregar Chile y Uruguay, junto al cantante francés Fred Raspail, con quien vamos a hacer unos 9 o 10 shows en conjunto. Y también tengo pensado editar un libro de poesía, que ya está más o menos terminado, si bien no escribo poesía desde hace bastante, pero sí lo hice durante 20 años, y estoy muy orgulloso de algunas, que formarían parte de este libro, que va a contar con ilustraciones de Cristian Turdera, que es un ilustrador buenísimo, y también muy conocido en Europa.

Y eso es todo por ahora.
Así es, al menos por ahora.

(FOTOS: Santiago Perez Gallardo)

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