Publicado en Revista Madhouse el 22 de julio de 2016
Se alerta a la población que el Dr. Frank-N-Furter anda merodeando los alrededores de la calle Corrientes, por lo que se le recomienda estar atenta a los experimentos que pueden llevar a convertirlos en alguna de sus extrañas creaciones. Diversas fuentes indican que ha desembarcado en Buenos Aires después de 22 años, y que se encuentra pronto a hacer de las suyas junto a Riff Raff, Magenta, Columbia, Eddy, y demás miembros de su corte de transilvanos.
Así las cosas, The Rocky Horror Show, el más rockero y transgresor de los musicales teatrales de la historia, vuelve a desembarcar en la escena teatral porteña después de más de dos décadas desde su última presentación local, y cuyo reestreno tendrá lugar en el mítico Teatro Maipo a partir del próximo 2 de agosto, para luego ser inicialmente presentada todos los martes de ese mes, de septiembre y octubre. Entre tablas y decorados, hablamos con el director Andie Say sobre lo que se viene. Y que sea lo que el Dr. Frank-N-Furter disponga…
¿Cómo llegaste a la dirección de la obra? ¿Fuiste convocado por los productores ejecutivos o se trató de una búsqueda o propuesta personal?
Fue autogestión, ya que soy director, y también estoy dentro del equipo de producción. Es una obra que me atrae desde muy chico. Primero fue la película, que la conozco desde hace 12 años. Hará 7 años que me empecé a investigar sobre las diferentes puestas del musical, y esto era como un sueño pendiente. Como director, hay muchos musicales que me gustaría poder dirigir. Pero llegué a la obra hace aproximadamente 1 año después de hacer un estudio mercado respecto a cuánto me iba a costar producirlo. Empecé a pedir que me coticen presupuestos de obras todas muy distintas entre sí. Se trató de ver cuál era la movida, y empezar a sumergirse en ese mundo, y ésta fue la única obra sobre la que no respondieron. Todavía estoy terminando la carrera, y es la primera obra profesional que hago.
¿Cómo que no te habían respondido?
No, pero finalmente me contestaron en diciembre. Estábamos de vacaciones con mi hermana, y justo me llega el mail el día de año nuevo. Terminamos por hacerlo realidad. Ya para el 9 de enero creo que estábamos seguros de lo que queríamos hacer, y el 15 mandamos la solicitud de los derechos, y 1 semana después ya los teníamos, así que ya comenzamos a anunciarlo. Fue un camino muy bueno, no tuvimos ninguna traba.
Leí por ahí que hay tres palabras que te identifican con la historia de la obra: libertad, transgresión y celebración.
Es tal cual. Si hoy por hoy tuviera que elegir tres palabras, creo que no podrían ser solamente tres, pero esas tres siguen aplicando.
¿Y la obra te dio esa pauta por su historia, por su guión, por el tipo de musical, o se trató de un conjunto de cosas?
Por un conjunto de cosas, fuera de que la historia y el guión son excelentes, y la música es directamente de otro planeta. Es uno de los pocos musicales-rock que son tan buenos. Y también obtuve esa sensación luego de verlo. Es un musical que cuando uno lo ve, tiene esa sensación de estar libre, que es lo que predica el musical. Es una fiesta desde que empieza hasta que termina, transgrede, rompe con todas las reglas. Es un musical que se estrenó en los ‘70s, y un travesti en un escenario en los ‘70s era toda una revolución.
ES UN MUSICAL QUE CUANDO UNO LO VE, TIENE ESA SENSACIÓN DE ESTAR LIBRE, QUE ES LO QUE PREDICA EL MUSICAL. ES UNA FIESTA DESDE QUE EMPIEZA HASTA QUE TERMINA, TRANSGREDE, ROMPE CON TODAS LAS REGLAS.
Y eso que ese primer estreno tuvo lugar en Inglaterra…
Claro, eran muy avanzados. Aparte la obra nace muy de la mano del punk, por lo que ya había una movida gestándose allí en aquel momento. Creo que si uno piensa hoy en día en un personaje como Frank-N- Furter, que es súper lindo y excéntrico, al verlo sobre un escenario, por más nivel de aceptación que exista ahora, a uno termina llamándole la atención. Y eso genera transgresión, y le muestra al espectador que no todo es tan cuadrado, y que la vida es un poco más “Rocky”, ¿no?
La obra se reestrena este 2 de agosto, pero ya fue presentada en más de 30 países, incluyendo las versiones argentinas de 1975 y 1994, además de haber sido traducida a más de 20 idiomas. Siendo una obra legendaria y con tanto impacto a través de la historia, ¿por qué creés que tuvieron que transcurrir 22 años desde que se puso en escena por última vez?
Diría que no es una obra para los débiles de cuerpo a nivel producción. Más que nada porque es difícil de encarar, siempre roza una fina línea entre lo absurdo y lo verdaderamente profundo, y si uno atraviesa esa línea del lado equivocado, puede pifiarla. Creo que igualmente no se hizo hasta ahora porque Buenos Aires tuvo mucho crecimiento en este último tiempo a nivel musical, y por suerte tuvimos la posibilidad de que se traigan musicales del exterior como fueron “El Fantasma de la Ópera”, “La Novicia Rebelde”, “Cabaret”, todas ellas puestas que eran muy buenas.
Que no es algo que venía sucediendo muy a menudo…
No, para nada. Hace 22 años, la última vez que se había hecho, en el Teatro Del Globo, no fue algo para nada común. Yo creo que más que nada el hito lo marca “Chicago” en el 2001 en el teatro Ópera, con Sandra Guida y Alejandra Radano. Pienso que marcó un antes y un después en el musical for export aquí en Argentina. Y además creo que en el último tiempo se desarrolló algo que es muy interesante, que es el musical nacional, el producto nacional. Más allá de que para el ’91 ya conocíamos a Cibrián, ya que ése fue el año de Drácula, tuvieron lugar muchas creaciones nacionales que no tienen nada que envidiarle a las producciones internacionales. Es muy interesante ver que se pudo hacer algo así con menos recursos, ya que, seamos honestos, tenemos muchos menos recursos tecnológicos que los que hay afuera. Más allá de lo económico, porque puede venir alguien y poner mucha plata, pero si no tenemos los elementos, es algo muy difícil. Hay tanta creatividad en el país, y hay tantas ganas de trabajar, que con muy pocos recursos se han hecho cosas brillantes.
Lo que lo hace aún más meritorio en un país con tantos vaivenes económicos históricamente.
Sí, totalmente. Éste es un musical considerado medio under, porque la gente no lo conoce tanto, y entonces le tiene un poco de prejuicio. Lo miran raro, por más que lo conozcan de nombre. Es “el raro” de los musicales. Es muy lindo, cualquier persona que lo ve termina enamorándose.
Quizás también hace ruido la combinación de su nombre, que contiene palabras como “Rocky” y “Horror”, y hacen que se vea así.
Es raro combinar combinar las tres palabras, Rocky, Horror y Show.
Al menos no sucedió como con muchas de las películas, a las que les terminan traduciendo el título con resultados rarísimos, como vimos en muchas oportunidades.
Tal cual, sin ir más lejos el título original de la película es Richard O’Brien’s The Rocky Horror Show, que incluye el nombre del autor.
Que es como decir “Mary Shelley’s Frankenstein”.
Exactamente. O “Bram Stoker’s Dracula”. De hecho Rocky Horror Show habla del nacimiento de una criatura, y Richard O’Brien dice que Rocky Horror es su criatura, entonces existen un par de similitudes que están buenas, y sobre todo porque el título en español que se le dio a la película cuando se prohibió en el ’75 antes de la dictadura militar fue Orgía de Horror y Locura. Y el show es realmente una orgía, pero no fue el título más acertado. Es una orgía porque es una fiesta, porque habla de la liberación, y es muy sexual. Entonces dijimos “démosle el título original”, sino sería como que traigan “Cats” a la Argentina y le pongan “Gatos”. Sería muy raro.
(…) EL TÍTULO EN ESPAÑOL QUE SE LE DIO A LA PELÍCULA CUANDO SE PROHIBIÓ EN EL ’75 ANTES DE LA DICTADURA MILITAR FUE ORGÍA DE HORROR Y LOCURA. Y EL SHOW ES REALMENTE UNA ORGÍA, PERO NO FUE EL TÍTULO MÁS ACERTADO.
Aquí se estrenó en el teatro Pigalle en 1975, con Ana María Cores, Linda Peretz y Valeria Lynch, y luego se repuso en el Del Globo en 1994 con Natalia Lobo, Juan Manuel Tenuta y Jean Pierre Noher, entre otros. ¿Los actores hacen diferentes a las puestas? Porque más allá de todo están siguiendo un guión que es fijo.
Totalmente, las hacen diferentes. Creo que uno puede decir una frase de diez mil maneras distintas, y como director considero que no hay nada más importante para que una obra sea buena, que el trabajo genuino del actor. Se puede dirigir una película, pero no se puede dejar que el actor no ponga su sello personal. Y lo que caracteriza a esta puesta de Rocky Horror Show es que tenemos todos personajes que en esta versión son muy únicos. Creo que esta versión es totalmente única.
¿Eso es algo que se puede notar en los roles de los personajes principales, el de Roberto Peloni (Frank-N-Furter) y Melania Lenoir (Magenta)?
Absolutamente. Roberto es brillante. Ganó el premio Hugo de Oro el año pasado por su rol en “Shrek”, y creo que nadie lo tiene tan bien merecido como él. Es un actor muy completo en lo que respecta al proceso creativo, al antes, al durante y al después, y aparte es muy buena persona, y es muy lindo trabajar con gente así. Lo mismo para Melania, que es excelente en todas las áreas. Excelente cantante, bailarina y actriz. Y los dos están configurando, al igual que todos los del elenco, personajes que son muy queribles y amables. Melania tiene la difícil tarea de configurar dos personajes, al igual que Maia Contreras. Melania configura a Trixie, que es quien le da la bienvenida al público, la cigarrera de la sala de cine, que es donde empieza la obra. Y al mismo tiempo encarna a Magenta, que tiene un enfoque totalmente distinto. Todos los actores están haciendo roles que me hacen pensar que nunca vi una puesta de Rocky igual.
Y creo que eso es fundamental, desde el momento que cualquier performer, en cualquier estilo, de cierta forma tiene que terminar conquistando al público.
Por supuesto, y más que conquistarlo, hay algo del juego del actor, que si no le pone lo suyo al personaje, y lo quiere y lo cuida como si fuese un amigo, resultaría muy difícil. De hecho creo que cualquiera de los miembros del elenco no hubieran aceptado si no hubiesen estado de acuerdo con sus personajes.
Y además es un elenco muy joven.
Muy joven. De hecho en la puesta original son todos un poco mayores. Aparte creemos que hay apuntar al público joven. Existe un grupo de fans muy grande de Rocky Horror, y se divide entre gente grande, y gente muy joven. Está quien conoce la obra desde el ’75, y quien recién la descubre.
El film original del ’75 terminó convirtiéndose en una película de culto, tal vez más importante de la historia del cine de es estilo, comenzando en su Inglaterra natal, y luego en el mundo. ¿Creés que es posible lograr el mismo efecto en el teatro? Quiero decir, los espectadores se presentaban en las salas vestidos tal cual lo hacían sus personajes preferidos, interactuando con la proyección del film, bailando, cantando y actuando todas y cada una de las escenas. En definitiva, de cierta manera la función de cine se transformaba en una de teatro.
Absolutamente, y eso se llama shadow cast, cosa que tuve la suerte de vivir en persona hace poco en Estados Unidos, y se trata de un grupo de gente, que no son ningunos amateurs, sino que lo tienen muy preparado, y van caracterizados con sus elementos, se paran frente a la pantalla, y mientras corre la película, repiten las líneas, o simulan hacer playback. Cantan las canciones, hacen las coreografías…Y es increíble porque es como estar viendo dos puestas en un mismo lugar, y la participación del público es fantástica.
Pero ellos asisten como simples espectadores, no es que perturben al resto de la platea…
El público es muy participativo durante la obra. De hecho nosotros hicimos un guión de participación que va a estar incluido en el programa, porque hay varios momentos precisos que los fans argentinos los tienen muy instalados. Pero tal vez no los conozcan los que nunca vieron la obra, y quizás se sorprendan. Para esta obra el hecho que la gente participe no significa ninguna falta de respeto. Más bien todo lo contrario. Esta obra necesita de la participación de la gente, y ese es uno de los desafíos más grandes que creo nos va a tocar llevar adelante.
¿Esa situación de interacción es fija en cada función, o es algo que se da circunstancialmente?
Tenemos diversos lineamientos fijos. De todas formas, y no sé si debería decirlo, pero está bueno que se diga, hay dando vueltas por la internet un guión de participación de la película, en el cual aparece el propio guión, y al lado una guía de participación para el público, que es muy interesante, y que tiene miles y miles de cosas más que las que nosotros planteamos, que son cosas muy básicas, como la del diario en la cabeza cuando empieza a llover, o lo que se le grita a los personajes, como cuando el narrador dice “asshole” o “whore”, que son los equivalentes a “pelotudo” y “puta”. Nosotros pensamos que “puta” es un poco fuerte para decirle a una mujer, así que decidimos cambiarla por “gato”. Nos pareció más propicia.
Además es natural que detalles así se adapten a la idiosincrasia del país donde se está viendo la función.
Obviamente, por supuesto. De hecho la obra está adaptada a la idiosincrasia argentina. Es maravilloso lo que se hizo con la adaptación, es un trabajo finísimo y de una calidad única. Invitamos al público a participar de todo lo que ellos consideren necesario, que se pare a bailar el “Time Warp”, etc. Queremos ver una platea llena de gente saltando y bailando. Es algo que los actores quieren que pase. El público está advertido de que cualquier cosa puede pasar.
En ese sentido también es muy orgiástica.
Totalmente, es muy bacanal y orgiástica. De hecho Walter Bruno, que es quien hace el papel de Brad, cuando le preguntaron cuáles eran las tres palabras que para él definían a Rocky, respondió “afuera los prejuicios”. El público tiene que venir sin prejuicios. Los que la conocen, ya saben con lo que se van a encontrar, y los que son vírgenes –porque a los que nunca la vieron se los llama “vírgenes”- que se preparen para venir con la cabeza abierta, y salir con la cabeza partida, literalmente.
DE HECHO WALTER BRUNO, QUE ES QUIEN HACE EL PAPEL DE BRAD, CUANDO LE PREGUNTARON CUÁLES ERAN LAS TRES PALABRAS QUE PARA ÉL DEFINÍAN A ROCKY, RESPONDIÓ “AFUERA LOS PREJUICIOS”
¿En general, como ves la escena de las puestas musicales en Argentina?
Está muy parado lo que es for export, o sea, los musicales que vienen de afuera y se instalan aquí. Pero lo bueno de eso es que le da mucho más lugar a la producción nacional. Deja más espacios. Aparte el público del musical tiene la necesidad de verlo. Y creo que ante el hecho de que no estén los grandes títulos de Broadway y de Londres, que son muy buenos, que el público vaya a ver los nacionales es una maravilla. Hay cosas tan buenas que merecen la pena que sean vistas. Y por más que ésta sea una obra de afuera, soy un acérrimo defensor del producto nacional. Siento que en general Argentina es un país con un talento desmedido. Tuvimos mucha gente en las audiciones, fue muy difícil, y creo que elegimos a los mejores. ¡Pero qué pena dejar afuera a todo el resto, que es tan bueno!
Mientras tanto la FOX prepara un nuevo especial para televisión del musical “The Rocky Horror Picture Show” de dos horas, y que se rumorea tendrá como protagonista a Adam Lambert, la voz actual de Queen, donde interpretaría el papel de Eddie, y que fue originalmente interpretado por Meat Loaf en la película de 1970.
Es muy gracioso, porque en esa época, en 1975, Meat Loaf era un referente del rock pesado, y Adam Lambert es hoy día el cantante de Queen, que es otro tipo de grupo, de algún modo algo más pop.
Pero Queen siempre tuvo ese costado teatral y operístico.
Desde ya, de hecho nuestro Eddie y Dr. Scott no es un hombre, sino una mujer, Maia Contreras, con una voz maravillosa, y Maia tiene un enfoque totalmente distinto de Eddie, que es una mezcla de Elvis y Meat Loaf. Incluso el otro día en el ensayo, hasta le vimos algo de Sandro. Y creo que, como decíamos antes, eso se tiene que ir aggiornando de acuerdo a dónde estás, y a los tiempos. De hecho la puesta que estamos haciendo es mucho más moderna que la película. Las cosas funcionan por épocas, como las modas, como todo. Yo no sé si hoy una remake de la película con Meat Loaf realmente funcionaría. Vi muy poco de la nueva puesta de Fox, y debo admitir que no me voló la cabeza, me pareció demasiado moderna para mi gusto.
¿Aun siendo un especial?
Aun así. Se va a transmitir en los EE. UU.con motivo de Halloween. No sé si también lo van a pasar aquí, porque nos gustaría hacer algo, es una excelente oportunidad para hacer algo en conjunto. No puedo juzgarlo ni criticarlo porque vi sólo los trailers. Me encantó quien interpreta a Frank-N-Furter, que de hecho es una actriz transgénero, y sé que cuando salga y la vea me va a encantar, porque es Rocky, y genera eso en el público.
Me resulta curioso que así como hubo muchísimas puestas musicales de la obra en teatro, nunca hicieran una segunda versión de la película.
El director Richard O’Brien, quien hoy por hoy es el portador de los derechos, es un defensor muy grande de que esta obra se haga todo el tiempo, y no creo que negaría los derechos para una nueva película. También puede ser que la remake de Fox termine catapultando una nueva película.
Fuera de tu rol actual de director de la obra, sé que también realizás otras cosas relativas al mundo teatral.
Tengo una escuela de comedia musical en Belgrano con clases para jóvenes y adultos de ambos sexos, en donde más que nada lo que hacemos es un seminario de montaje, en el cual los alumnos aprenden el trabajo íntegro de un actor profesional. Tenemos un período de actuación, uno de canto, y otro de danzas. No hacemos muestras de números aislados, sino que por lo general hacemos el montaje entero de una obra, y creo que para fin de año vamos a estar expandiéndonos y abriendo nuestro propio estudio, también en Núñez. Y más en lo personal estoy terminando la Licenciatura de Dirección Teatral, donde tuve la suerte de tener profesores increíbles, y que actualmente también están trabajando en teatro.
¿Entonces Rocky Horror es la primera obra profesional que dirigís?
Sí, es mi primera obra profesional como director, fuera de las de las obras de la escuela, que vengo dirigiendo hace ya 4 años. Pero para mí llegar a la calle Corrientes, al Maipo, con semejante elenco, y con todas esas personas talentosísimas es algo maravilloso. En la obra somos un equipo de 38 personas, todas excepcionales. Y ésa es una oportunidad que hace que una persona como yo de 25 años tenga que estar más que agradecido con la vida. Es muy raro que alguien tenga esta oportunidad, y tenerla es muy gratificante.
Y también bastante trabajo duro, ¿no?
Se trata de buscar las formas y trabajar. Yo trabajé 3 meses para la Walt Disney Company en Orlando, donde aprendí un montón del mundo del espectáculo, y de la vida en general, y hasta del mismísimo Disney. Y una de las frases de Disney que más me suena es una que dice que “todo es posible con fe, con esfuerzo, y con un poquito de polvo de hadas” Y también que los planetas se alineen en el momento justo.
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